domingo, 27 de noviembre de 2011

Me acuerdo...

119

Me acuerdo de un viaje que hice a Madrid un viernes de madrugada. Era muy tarde, llevaba veinte horas sin dormir, empezaba a hacer frío y la carretera seguía en obras. Mientras conducía pensé que me estaba jugando la vida. Volví de Madrid dos días después, satisfecha por el viaje, todavía cansada, sin duchar, con ojeras y enamorada hasta las trancas.

De vuelta a casa supe que en ese viaje sí me había jugado la vida. Nadie subió la apuesta.

viernes, 25 de noviembre de 2011

Me acuerdo...

118

Me acuerdo del plato de salmón a la plancha que comimos en la primera planta de un número impar de la calle de la G., 28011, Madrid, hace ahora 19 días, y de las patatas cocidas de guarnición, y de las diferentes salsas con las que las acompañábamos, y de la disposición de los muebles, y del vaso de coca-cola medio lleno ya casi sin gas, y del cenicero lleno de colillas junto al mando a distancia de una tele que, aunque encendida, no estábamos viendo. Y de entre todos los complementos circunstanciales de aquel momento, me acuerdo sobre todo del de compañía.

Me acuerdo...

117

Me acuerdo de ponerme la tela sobrante de las cortinas del salón a modo de capa y dar saltos en la terraza esperando alzar el vuelo, porque pensaba que aquello que soñabas por las noches por el día se hacía realidad.

Me acuerdo...

116

Me acuerdo del verano en el que cumplí cuatro años: comía muchos plátanos y  echaba la siesta sobre dos sillas de esparto en el jardín de mi abuela. Ella me tapaba con una toalla de baño. Me despertaba sudando y oliendo a lilas.

Me acuerdo...

115

Me acuerdo de aquel chico que pagó 250€ por una noche en la suite de un hotel para poder llevarme a la cama. Me acuerdo de sus promesas de amor eterno y de sus lágrimas al decirle que no le creía. También me acuerdo de lo poco que tardó en olvidar tanta promesa.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Me acuerdo...

114

Me acuerdo de mis padres en la estación de tren de Valdepeñas, blanquecinos e inmóviles como dos copos de nieve en un blíster.

martes, 1 de noviembre de 2011

Me acuerdo...

113

Me acuerdo del Verano en que una familia de gitanos se instaló junto a las vías. Me hice amigo de Marcos y su hermana, que apenas hablaba. Recuerdo cuando ella me dijo algo en portugués y Marcos tradujo: "tienes unos ojos preciosos". Dos semanas después en el lugar de la autocaravana había un rectángulo vacío, claro, perfecto, que no necesitó traducciones.